Es para nosotros una hermosa historia de esperanza la de Yosef.
Significa que, a pesar de todo, la fidelidad del Eterno se manifestará para redimir, para salvar, para rescatarnos.
Pero en la teología de las naciones, opuesta a Israel, se nos negó esperanza. Tanto la teología del reemplazo, como la de la dispensación, niegan las palabras de los Profetas y censuran o relativizan la fidelidad del Eterno al único pueblo que Él levantó y para el cual son las promesas.
En el estudio de esta semana vemos a Yosef llorar junto a sus hermanos en el reencuentro: cuando ya se creían perdidos, llega a ellos la reconciliación. » Ir al estudio «
Jeremías 16:14-15
«He aquí vienen días, dice el Señor, en que no se dirá más: ¡Vive el Señor, que sacó a los hijos de Israel de la tierra de Egipto! Sino: ¡Vive el Señor, que sacó a los hijos de Israel de la tierra del norte y de todas las tierras adonde los había arrojado!, porque los haré volver a su tierra, la cual di a sus padres.»
(Jer. 16:14-15)
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